Nuestra historia

Como conocimos la Planta de la Vida

Fue por casualidad, uno de nosotros tuvo que convivir en un hospedaje donde se quedaban personas afectadas por diversos tipos de cáncer que venían a tratamiento en el hospital vecino. Esto me permitió conocer directamente la enfermedad y el drama asociado tanto para el paciente como para sus familias. Hice amistad con muchos de estos enfermos de cáncer, algunos ya señalados por el hospital como fuera de tratamiento oncológico (desahuciado), aquí fue donde tomé contacto por primera vez con la planta de la vida.

Tres de mis amigas enfermas de cáncer en estas condiciones, iniciaron tratamiento con la Synadenium Grantii Hook. Fui testigo de como a las primeras semanas empezó a revertirse la gravedad de su enfermedad, culminando con la curación total. Mis amigas, de las que, está su testimonio en la sección correspondiente de esta página web hoy viven una vida plena y libre de cáncer. 

Probamos contra la diabetes con uno de nosotros. Los resultados fueron sorprendentes y esta persona se considera hoy ex-diabético, con dieta normal ya sin medicamentos de control de la glucosa y con un monitoreo de niveles de glucosa de cada 10-15 días. Todos los valores a partir de haber terminado el tratamiento están entre 75  y 96 mg/dl  son más de 20 resultados. Este testimonio junto con los de otros pacientes también se documentan en la sección de testimonios.

La historia detrás de la Planta de la Vida

Las investigaciones sobre la planta, las realizó el científico norteamericano Grant Hook hace 30 años, descubriendo el compuesto activo denominado Phorbol, cuyos ésteres tienen la capacidad de actuar en tumores con configuración de neoplasia maligna y metástasis, impidiendo la proliferación de células cancerígenas y regenerando tejidos destruidos por el cáncer.

En la india, la Madre Teresa de Calcuta, curaba con el “agua de la vida” preparado con el lechero africano.

Napoleón Bonaparte, utilizaba el látex de esta planta para curar las infecciones de sus soldados heridos en la guerra.

 Ahora en el Perú, un grupo de profesionales han estado dedicados al estudio de esta planta durante más de 20 años, descubriendo sus efectos terapéuticos asombrosos y comprobando en muchos casos, el poder curativo en patologías severas como el cáncer, la diabetes,  el lupus, el vitiligo, vih/sida, gangrena, y otras enfermedades causadas por virus y hongos.

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